Martes, 30 de Abril de 2024

Francisco: "Cuba será la capital de la unidad"

Como escala de su viaje a México, el Papa Francisco se reunió en Cuba con el patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa. Firmaron una declaración conjunta como símbolo del pleno entendimiento a favor de los pueblos creyentes y el futuro de la civilización humana. Es el primer encuentro entre líderes de ambas religiones que se da desde su separación, en 1054.

13-02-2016



El papa Francisco y el patriarca ortodoxo ruso, Kirill, se dieron un apretón de manos y se saludaron con tres besos en la mejilla en el primer encuentro tras la separación de ambas iglesias en el año 1054.

Luego firmaron una declaración conjunta de 30 puntos como símbolo del pleno entendimiento a favor de los pueblos creyentes y el futuro de la civilización humana.

Al término de la reunión, que duró unas dos horas, Francisco agradeció "al gran pueblo cubano y a su presidente, Raúl Castro", por su "disponibilidad activa".

"Si sigue así, Cuba será la capital de la unidad", manifestó el sumo pontífice de la Iglesia Católica.

Francisco y Kirill coincidieron en que "la unidad se hace caminando" y acordaron una serie de "iniciativas viables, que se podrán realizar".

"Queda la impresión de que nos reunimos en el momento y el lugar correctos", agregó el patriarca citado por medios rusos.

En la declaración conjunta, lamentaron el enfrentamiento en Ucrania y exhortaron a superar la división entre los feligreses ortodoxos en ese país. Entre otras cosas, también hicieron un llamado para evitar más derramamiento de sangre en Oriente Medio.

Después del histórico encuentro, Francisco siguió viaje hacia México, donde efectúa una visita pastoral hasta el 17 de febrero, mientras que Kirill continuará su estancia en Cuba hasta el domingo.

La Iglesia católica y las Iglesias ortodoxas se separaron en el año 1054 en lo que es conocido como el Gran Cisma, la primera gran escisión en el seno del cristianismo. Desde el cisma existen varias Iglesias ortodoxas autónomas. Los ortodoxos representan hoy en día al tercer grupo más grande dentro del cristianismo después de católicos y protestantes.

CUÁLES SON LAS DIFERENCIAS


Las diferencias políticas tras la separación del Imperio Bizantino del Sacro Imperio Romano y religiosas por el liderazgo sobre la cristiandad separaron hace mil años la Iglesia Ortodoxa Rusa y la Católica Romana, lo que subraya el carácter histórico de la reunión entre el Papa Francisco y el patriarca Kirill (Cirilo) en lo que los teólogos y fieles estiman es el primero de más acercamientos para discutir los puntos que las unen y que las separan.

"Uno de los principales temas que abordan (Francisco y Kirill) es la persecución de los cristianos" en Oriente Medio y el norte de África que "es una tragedia para todas las congregaciones", dijeron desde la diócesis en Argentina de la Iglesia Ortodoxa Rusa - Patriarcado de Moscú que tiene su sede en la calle Bulnes al 1700 en el barrio porteño de Palermo.

La reunión entre los líderes religiosos tuvo lugar en el aeropuerto de La Habana durante una escala del Papa en su viaje a México y en ocasión de una visita del patriarca Kirill a Cuba, luego que ambos fueran invitados por el presidente de la isla Raúl Castro.

El Gran Cisma de Oriente y Occidente de 1054 es la ruptura de la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa y tuvo entre sus causas elementos religiosos y políticos, entre éstos últimos se cuentan la separación del Imperio Bizantino del Sacro Imperio Romano y la competencia por el liderazgo sobre toda la cristiandad.

Entre las diferencias doctrinales, una de las más importantes está relacionada a que para la religión católica hay "presencia de tres personas: Dios Padre, Dios Hijo y Espíritu Santo", mientras que para los ortodoxos, "existen sólo el Padre y el Espíritu Santo", explicó a Télam el sociólogo e investigador de Conicet especialista en temas religiosos, Fortunato Mallimaci.

"La cristiandad romana incorporó la figura de Dios Hijo, una presencia histórica que tiene vinculaciones con las sociedades. Dios Hijo es Jesús, y da lugar a la pregunta sobre qué hizo Jesús, y qué haría hoy si estuviera vivo, cuestionamiento inexistente en la iglesia ortodoxa", añadió.

También hay diferencias en la organización de las autoridades: en la iglesia ortodoxa el patriarcado es el que decide junto con un cuerpo colegiado, mientras que en la iglesia católica hay una única autoridad, el Sumo Pontífice.

En este sentido, el experto agregó que la iglesia rusa es "autocéfala", ya que el patriarca no responde a una autoridad, mientras que la iglesia de Roma, en cambio, es parte de una "sumatoria de obispos".

Otra diferencia es que las iglesias rusas "son étnicas" y tienen una fuerte identidad nacional, mientras que la católica incluye a "una gran cantidad de naciones y culturas diferentes".

Por otra parte, en la iglesia rusa los sacerdotes pueden casarse antes de ordenarse, y aquellos que deciden no hacerlo es porque serán monjes o harán una carrera en la que ocuparán cargos que requieren de una dedicación "tiempo completo".

El sociólogo también mencionó que "la devoción mariana" tiene más importancia en la religión ortodoxa rusa, donde hay una "amplia credibilidad en la virgen maría y una enorme veneración hacia ella", mientras que en el catolicismo, es "una mediación para llegar a Jesús".

Sin embargo, destacó que "mas allá de las diferencias, hay actualmente un intento de sumar fuerzas para lograr la paz".

Además, mencionó que "en los años 60, la iglesia católica cambió", y que "desde entonces ya no considera a los otros herejes y llama a la unidad de los cristianos".

En 1959, Juan XXIII anunció el Concilio Vaticano II, un concilio ecuménico (tendiente a la restauración de la unidad entre todas las iglesias cristianas) que tuvo cuatro sesiones entre 1962 y 1965; en este contexto, el sucesor de Juan, el papa Pablo VI se encontró con el patriarca de Constantinopla en 1964 en la ciudad de Jerusalén.

Al respecto, desde la diócesis ortodoxa en Argentina, aseguraron que "con los católicos hay menos diferencias que con otras iglesias cristianas", y que un ejemplo de esto es que los casamientos entre católicos y ortodoxos están permitidos.

Asimismo, afirmaron que las relaciones entre los representantes de ambas religiones en Argentina "son buenas desde hace muchos años" con la asistencia del entonces arzobispo de Buenos Aires Jorge Bergoglio a las celebraciones de la víspera de Navidad, y otras fiestas importantes.

Esta relación continuó con su sucesor, el cardenal Mario Poli, y ya existía en tiempos de Antonio Querracino, quien ocupó el cargo entre 1990 y 1998.

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